Cada instante de esta vida está lleno de color, los colores
nos acompañan a lo largo de nuestro camino, alegrando y dando vida a las
fiestas, relajándonos tras una jornada de trabajo, enseñarnos el mundo con
otros ojos o mostrando respeto en los lugares necesarios.
En el Diccionario de las artes de Felix de Azua, empieza
reflexionando sobre la dificultad que se tiene en general para separar los
colores de sus nombres. Pero es una evidencia que cada cultura emplea un nombre
distinto para designar cada uno color. Y
no solo eso, sino que cada pueblo considera el color del mar de forma
diferente, para unos tiene color vino, y otros para verde, para otros azul.
Los sabios han desconfiado de los colores, porque son
engañosos, no son estables, y utilizan los sentidos. Azúa pone el ejemplo de cómo la experiencia
visual de cada individuo le permite entender el color de una manera diferente,
por ejemplo, el color verde, el cual se percibe distinto según desde que lugar
del mundo se vea, la percepción de un ciudadano de la selva no es la misma que
la de uno del desierto.
Se cree que los colores están ahí afuera, pertenecen a la
masa que vemos, pero esto no es así. Lo que existe son reflexiones de la luz,
que nosotros y otros animales podemos percibir. Por lo que el color no depende
de lo exterior, depende de nosotros.
Aparte ,otro tema es saber si todos vemos el mismo color
cuando miramos a la vez un objeto. Los colores no existen en la naturaleza como
existe el aire. Sino que es la concepción de nuestro concepción y la realidad.
Si soy ciego, no hay colores ya que no soy capaz de percibirlos. Al intervenir
nosotros de manera individual los colores trasmiten diferente información
porque somos parte del descifrado. El color es una herramienta para la producción
de significado, como el habla, lo que ha permitido a los artistas desarrollar
sus propios mundos.
En la cultura actual se ha creado un mundo excesivo donde
los colores se ven incluidos. Se ha creado una infinita gama de colores con las
nuevas tecnologías, impulsando el color gracias a la fotografía, la tele en
color y el cine. Además el color a lo largo del tiempo ha tenido diferentes
etapas de aceptación en las vestimentas de la sociedad moderna. Los hombres de
los carteles rechazan el color mostrando seriedad que se espera de un hombre
maduro en la sociedad occidental.
Buena reflexión. Me ha gustado tu comentario. No olvides revisar el texto antes de colgarlo.
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