Muchos piensan que el ballet es un baile que hacen las chicas pijas, pero la realidad es mucho más dura que lo que se ve a primera vista, por experiencia.
Hace tiempo hablé de los deportes masoquistas. El ballet es uno de estos deportes.
Una bailarina que se esta preparando para ser profesional puede entrenar alrededor de 30 horas a la semana. El trabajo consiste en repetir una y otra vez los ejercicios, el no puedo no esta nunca presente. Si algo no te sale lo repites hasta que te salga y cuando finalmente te sale lo vuelves a repetir. Consiste en conseguir que tu cuerpo de doble en ángulos impensables para la mayoría.
A pesar de todo esto, una bailarina seguirá bailando, porque bailar es su vida. Es masoquista porque a pesar de tener los pies y los músculos acabados, cuando toque bailar lo harán, con una sonrisa en la cara, aunque por dentro les mate el dolor. Porque no bailar seria sinónimo de morir.
Me sorprende ese comentario de que bailar es de niñas pijas. Quizás habrá alguien que lo piense, pero es, como bien dices, una pasión que encierra mucho sacrificio. Celebro que le hayas dedicado una entrada.
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