domingo, 21 de diciembre de 2014

DAVID ZINN y SLUGGO

Tal vez has tenido un día agotador. Tal vez la cruel rutina del trabajo o asuntos de la vida. Vamos a suponer que ese  día vas paseando por el centro de Ann Arbor, mirándote los pies, evitando las miradas de los demás. Y allí, en la acera te tropiezas con un pequeño alienijena verde con grandes ojos y su amigo, el cerdo con las alas. Extraño, crees.  Te agachas para obtener una mirada más cercana y, sin proponértelo, te encuentras sonriendo a estos dibujos animados de tiza. Son una delicia pero hay algo más. Están luchando con alguna tarea mundana - rastrillar las hojas o caminar a través de  pintura húmeda o  tratan de atrapar  un globo que acaban de perder". Y te encuentras identificado con su situación y, así,  te sientes mucho mejor. Y te das cuenta de lo fácil que habría sido perder estas pequeñas criaturas excéntricas, cómo había que mirar hacia abajo para sentir que vas hacia arriba. Esa es la magia que el artista David Zinn y su amigo Sluggo traen a Ann Arbor.


Desde 2001, el artista e ilustrador  ha acechado por las calles de Ann Arbor, en Michigan, ha estado creando ilustraciones temporales con tiza y carbón. Zinn improvisa cada pieza en el lugar y hace uso de objetos encontrados, mobiliario urbano, y escalones para crear ilusiones con trampantojo.
                                      












Pero Zinn no le dedica todo el tiempo a su compañero verde, aprovecha cualquier idea en cualquier momento para dar vida a la ciudad, y tratar de sacar una sonrisa a cualquier peatón. El emplea sobre todo las aceras como superficies de dibujo, ya que generalmente todas las paredes pertenecen a alguien y a pesar de emplear únicamente tiza y carboncillo, mucha gente no acepta sus buenas intenciones.









Ya es habitual ver paredes llenas de dibujos en cualquiera de las calles por donde paseamos y siempre es lamentable ver garabatos o como la gente arruina locales, pero hemos de empezar a aceptar una realidad demasiado poco conocida, el arte urbano. Y es que a pesar de ser obras merecedoras de estar en un museo, el artista decidió que quería situarla en la calle, en la realidad de la gente, donde pudiese verla siempre. Siempre que pensamos en estas obras nos vienen a la cabeza grandes murales, o pinturas criticas con la sociedad, pero también hay espacios para la fantasía de artistas como David Zinn y Sluggo.

1 comentario:

  1. Una vez viajé con estudiantes de Ann Arbor. Es una larga historia. Son encantadores. Algunos me han gustado mucho.

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