El color, de por su omnipresencia en nuestro mundo
visual, aparece en el curso del tiempo como una trivialidad. Sin embargo, si se
toma un tiempo para reflexionar sobre eso, revela una complejidad cierta. ¿
Entonces, cómo podríamos definirla ?
Si se refiere a la definición dada por numerosos
diccionarios, se trata de una sensación que resulta de la impresión producida
sobre el ojo por una luz emitida por una fuente. Esta definición bastante vaga
me parece más bien justificada ya que admite una gran parte de subjetividad. ¿ Ahora bien, qué de más subjectivo
que el color?
En efecto, nadie ve los colores de la misma manera.
Difieren según las culturas y evolucionan a través de la historia, más allá de
todo límite, provocando emociones, estados de ánimo y sentimientos. Son propias
de la personalidad y de la sensibilidad de cada uno.
Sin embargo, en la actualidad, la sociedad intenta
cada vez más de hacerlas objetivas consagrándose un nombre a cada tonalidad
posible pero esto se revela ser una tarea casi imposible frente al número
terrorífico de posibilidad.
Porque toca a nuestra percepción del mundo exterior, el color intriga. ¿ Así, siendo
daltónico, soy considerado creer lo que me ofrece mi visión o debo fiarme de la
de mi vecino?
Has hecho un esfuerzo con lectura y comentario. Bien por tu entrada.
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